Gramática para profesores
- Allison Soto
- 19 jun 2019
- 3 Min. de lectura
Meneses, A. y otras (2017). Una gramática para profesores. Gramática para profesores: Consideraciones metacognitivas para el aprendizaje. Santiago: Ediciones UC.
Resumen
En este apartado, se aborda la necesidad de enseñar una gramática para profesores que responda a la adopción del enfoque comunicativo que ha tenido el aprendiza

je de la lengua en contextos escolares. Bajo esta orientación, las y los estudiantes han de concebir la lengua como recurso para comunicarse en distintos contextos y para representar el mundo y para elaborar discursos complejos. Lo anterior es difícil de concretar debido a que no existen didácticas organizadas que promuevan la enseñanza de la gramática de manera implícita. Siguiendo a Camps (2009), las autoras plantean que, al entender el aprendizaje de la gramática como el estudio de la lengua, es crucial para comprender la doble función de esta última, es decir, como instrumento de comunicación y como forma de representar la realidad. (Meneses, 2017, p.22).
En cuanto a la perspectiva funcional que presenta el apartado, las autoras plantean que esta se constituye como una completa oposición a la perspectiva formal, en el sentido que no se interesan por la descripción de las formas que son independientes a las descripciones de sus contextos de uso, puesto que las clases de una asignatura que aborda el estudio de la lengua, requiere entender la gramática como una herramienta para construir significados, relacionarse con el resto de hablantes, y como una manera de representar el mundo. Las autoras plantean tres formas principales de caracterizar la gramática: la perspectiva descriptiva, funcional y pedagógica. En cuanto al componente descriptivo de su propuesta, afirman que esto quiere decir que conocer la gramática permite entender cómo funciona la lengua, lo que contribuye a disponer de un lenguaje compartido para poder enseñar y aprender las características de la lengua castellana (Meneses y otras, 2017, p. 28). En relación a la gramática funcional, y como se dijo anteriormente, plantean que la organización de la lengua es relevante siempre y cuando esta sea entendida como recurso del que los usuarios pueden hacer uso para construir sentido, comunicarse con el otro y representar el mundo. De esta manera, y tal como afirma Camps, se pueden establecer lazos entre gramática y discurso. En tercer lugar, la gramática con orientación pedagógica significa idear una gramática para la escuela, en cuanto a diseñar actividades de aprendizaje que permitan aumentar las posibilidades de comunicación de los y las estudiantes, haciendo hincapié en la ampliación de sus recursos lingüísticos y su capacidad de reflexionar en torno a las elecciones que hacen para utilizar estos recursos.
Foco de lectura y valoración
A modo de reflexión, podemos agregar que este capítulo nos permite dar cuenta de las posibilidades que como profesoras tenemos para poder abordar la gramática, no desde una perspectiva normativa, sino que hay tres posibilidades para poder reemplazar y eliminar las prácticas normativas de nuestras salas de clases. En este sentido, la propuesta para entender, aprender y enseñar la gramática que más sentido nos hace, puesto que es la que menos vemos en el quehacer docente es, paradójicamente la orientación pedagógica de la gramática.
A raíz de la lectura, hemos podido hacernos conscientes de la necesidad de plantear el aprendizaje de la gramática a partir de actividades que permitan a nuestros/as estudiantes adquirir las herramientas necesarias para desenvolverse de la mejor manera posible en diferentes situaciones comunicativas. Muchas veces, ya sea como profesoras o como estudiantes, hemos podido notar la falta de recursos que presentan hablantes de nuestra misma lengua y no porque no la conozcan del todo, sino que, esto se debe a la falta de herramientas que permitan la adecuada utilización de los recursos. Es muy común que estudiantes utilicen un léxico amplio y variado sin atender a la situación comunicativa de la que están formando parte, por lo tanto, es tarea del y de la docente idear y planificar actividades que permitan a las y los estudiantes vincular sus conocimientos gramaticales con el discurso, potenciando así el uso de la diversidad de recursos con los que cuenta la lengua no solo para la construcción de significados y realidades, sino que también para la deconstrucción de las mismas.
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